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“Todo el poder en las localidades pasa a los Soviets de diputados obreros, soldados y campesinos, llamados a asegurar un orden verdaderamente revolucionario”
CUARENTA Y OCHO HORAS DE LA REVOLUCIÓN
De las 5 del 24 de octubre a las 5 del 26 de octubre de 1917
En vísperas de la revolución
El desarrollo pacífico de la revolución se hace imposible. El partido bolchevique pone rumbo a la insurrección armada.
— Es una verdadera dreyfusiada,una campaña de mentira y calumnias basada en un odio político salvaje…
Los bolcheviques pasaron a la clandestinidad. Perseguido por el Gobierno Provisional, Lenin se trasladó el 9 de julio al lugarejo de Razliv, cerca de Petrogrado, Allí vivió algún tiempo en una buhardilla y, poco después, fingiéndose un segador, pasó a una choza que se hallaba a orillas de un lago. Leninescribió en Razliv once artículos, a más de cartas y anotaciones. Allí trabajó en su libro “El Estado y la Revolución”.A comienzos de agosto cruzó clandestinamente la frontera de Finlandia, donde se ocultó en la aldea de Yalkala, en casa del obrero finlandés P. Parvianen. Desde allí mantenía contacto permanente con Petrogrado.
Mientras tanto, la contrarrevolución procuraba hacer realidad su sueño de un poder firme. El ídolo de las fuerzas reaccionarias era el general Kornílov, a quien se había nombrado comandante en jefe del ejército ruso. El objetivo de Kornílov era implantar una dictadura militar.
El Gobierno Provisional estaba al corriente de todos los preparativos que hacía para ello el comandante en jefe. Pero el 27 de agosto, cuando Kornílovlanzó sus tropas sobre Petrogrado, Kerenski, que había sustituido al príncipe Lvov en la jefatura del gobierno, temió que las masas pudieran barrerle junto con el general sublevado y proclamó a éste faccioso.
Kerenski y Kornílov, ambos candidatos a dictador, se declaraban el uno al otro, empleando idénticas expresiones, enemigos del pueblo. Pero los contemporáneos de aquellos acontecimientos llegaron a una conclusión que expresó el periódico reaccionario “Obscheie Délo” (“Causa Común”) al decir que, hablando en rigor, no había habido “complot de Kornílov”, sino una frustrada “confabulación de Kerenski y Kornílov”.
El llamamiento del Partido exhortando a los obreros y los soldados a defender la revolución tuvo encendido eco. Los bolcheviques no sólo lograron que en la lucha contra Kornílov participara todo el pueblo, sino que, además, consiguieron desenmascarar por completo a Kerenski como a un kornilovista solapado, que aplicaba, por otros medios, el mismo programa rea Los contados días de lucha contra le viada aceleraron considerablemente la política de vastas capas populares. La “dreyfusiada”fracasó. Los bolcheviques conquistaron posiciones decisivas en las organizaciones de masas del proletariado, tanto en la capital como en provincias. La empeñada batalla dada a la contrarrevolución no sólo hizo fracasar el complot, sino al mismo tiempo una etapa importante en la preparación de la revolución socialista.
RUMBO A LA INSURRECCIÓN
La victoria temporal de la contrarrevolución después de las jornadas de julio no frenó el crecimiento del Partido, sino que suscitó una afluencia de obreros y campesinos a sus filas. Desde abril, el número de militantes se triplicó, y el de organizaciones aumentó en más del doblePartido crecía con particular rapidez en los centros industriales. La organización de Petrogrado, por ejemplo, pasó de 16.000 militantes en 36.000 en julio. La de Moscú, de 7.000 a 15.000 a fines de julio había en la región industrial del centro más de 50.000 militantes, en los Urales, 25.000, y en la cuenca del Donetz, 16.000.
Tal era la situación cuando se reunió Petrogrado el VI Congreso del Partido Bolchevique cuyas labores se prolongaron en la semiclandestinidad, del 26 de julio al 3 de agosto.
E. Drábkina, a quien se encomendó que distribuyera a los delegados al Congreso un cuestionario y luego hiciera el resumen de las respuestas, recuerda:
— Llenaron el cuestionario ciento setenta y un delegados. En total, llevaban trabajando en el movimiento revolucionario mil setecientos veintiún años. Habían sido detenidos quinientas cuarenta y nueve veces, tres cada uno, por término medio. Habían pasado cerca de quinientos años en cárceles, en la deportación y en presidio. La mitad poseían instrucción superior o secundaria. La otra mitad, elemental. Algunos —bastantes— decían de su instrucción: “estudios hechos en la cárcel”. Unos meses antes del Congreso, muchas de aquellas personas que, entre bromas, me entregaban el cuestionario después de haberlo llenado, se hallaban tras las rejas de las cárceles o arrastraban sus grilletes en los presidios de Siberia…
Lenin no asistió al Congreso, pero éste se guiaba por sus orientaciones tácticas. Fue él quien escribió las resoluciones principales y las tesis del informe sobre la situación política y del informe político del CC. Por algo fue elegido presidente de honor del Congreso.
El VI Congreso del Partido lanzó la consigna de lucha por la liquidación completa de la dictadura contrarrevolucionaria de la burguesía y la conquista del poder por el proletariado, en alianza con los campesinos pobres, mediante la insurrección armada. El desarrollo pacífico de la revolución y el paso indoloro del poder a los Soviets, que habían traicionado, eran ya imposibles. Se había establecido una dictadura de la burguesía contrarrevolucionaria y había que derrocarla con las armas en la mano.
Un rasgo distintivo de la línea política de los comunistas rusos en 1917 era que las formas pacífica y no pacífica de lucha por el socialismo no se contraponían. El Partido estaba preparado para su cambio rápido e inesperado en dependencia de las condiciones objetivas. Las “Tesis de Abril” de Lenin, que tomaban en consideración la situación real de aquellos días, fueron el primer documento programático en la historia que señaló la posibilidad del paso pacífico a la revolución socialista, y eso es lo que les da su importancia histórica imperecedera…
En las condiciones de la dualidad de poderes, cuando Lenindio a conocer sus tesis, no había en Rusianinguna clase que pudiera oponerse con éxito a la voluntad del pueblo armado, de los Soviets. La perspectiva de tránsito pacífico al socialismo hubiera significado el paso de todo el poder a los Soviets, la unión de la clase obrera y de los campesinos pobres bajo la bandera del socialismo y la conquista gradual de la mayoría en los Soviets por los revolucionarios, por los partidarios de la línea leninista. Los acuerdos del VI Congreso, después de la crisis de julio, cuando el desarrollo pacífico de la revolución era ya imposible, orientaban al Partidohacia una nueva forma de lucha. Pero eso no fue óbice para que Lenin, en septiembre, cuando surgió por cierto tiempo la posibilidad de tránsito pacífico, reorientase de nuevo al Partido.
El 1 de septiembre, día en que Rusia fue, por fin, declarada república, se acordó crear un Directorio encabezado por Kerenski. Una de las razones fue la negativa de los mencheviques y los socialrevolucionariosa formar parte de un gobierno en el que figuraran los democonstitucionalistas. Procedieron así porque temían acabar de perder la confianza de las masas, muy mermada ya después de los acontecimientos de julio.
Durante unos días hubo una situación muy especial, que Lenin caracterizó de “brusco y… original viraje de la revolución rusa”. Reapareció la posibilidad, sumamente rara y sumamente valiosa, de desarrollo pacífico.
En aras del avance pacífico, como decía Lenin, los bolcheviques estaban dispuestos a llegar a un compromiso con los partidos que componían en aquellos momentos la mayoría de los Soviets y propusieron a éstos la formación de un gobierno de socialrevolucionarios y mencheviques que respondiera de su gestión ante los Soviets.En las localidades, el poder debía pasar a los Soviets. El compromiso hubiese consistido en que los bolcheviques, sin pretender participar en el gobierno, habrían renunciado a exigir inmediatamente el paso del poder al proletariado y a los campesinos pobres y a los métodos violentos de lucha por esa exigencia. Condición para el compromiso era la plena libertad de agitación y la convocatoria, sin más dilaciones, de la Asamblea Constituyente.
La libertad de agitación y la realización inmediata de la nueva democracia en la composición de los Soviets (nuevas elecciones a los mismos) y en su funcionamiento debían asegurar de por sí, en opinión de Lenin, el desarrollo pacífico de la revolución, la extinción pacífica de la lucha de los partidos en el seno de los Soviets,
Todo eso lo escribió Lenin el viernes 1 de septiembre. El artículo se titulaba “Acerca de los compromisos”. Debía publicarse en el periódico “Rabochi Put” (uno de los títulos que tuvo que tomar “Pravda” después de las jornadas de julio). Sin embargo, “debido a circunstancias casuales. . . —explicó Lenin en un párrafo que añadió al artículo dos días después. (No se olvide que estaba en la clandestinidad.)—, no llegaron a la Redacción ese mismo día. Y después de haber leído los periódicos del sábado y los de hoy me digo: quizás sea demasiado tarde para proponer un compromiso… Sí, todo indica que han pasado ya los días en que se había hecho ocasionalmente posible el camino del desarrollo pacífico”.
En aquellos días, el gobierno reanudó su enérgica ofensiva contra las masas revolucionarias, y los líderes mencheviques y los socialrevolucionariosvolvieron a capitular ante él.
Maduraba en el país una crisis nacional que creaba una base objetiva para la insurrección armada, Lenin veía los síntomas de la crisis en el movimiento campesino, que a la sazón era ya una franca insurrección contra Kerenski; en la agudización del movimiento nacional (en Asia Central, en Finlandia, en Ucrania); en el divorcio entre el gobierno y el ejército; en el hecho de que las masas, desengañadas de la política aplicada por los mencheviques y los socialrevolucionarios,habían dado la mayoría a los bolcheviques en las nuevas elecciones a los Soviets, celebradas a fines de septiembre.
Iba surgiendo la situación revolucionaria necesaria para alzarse en armas, una situación revolucionaria tan tensa, que “los de arriba” no podían ya seguir gobernando como antes y “los de abajo” habían adquirido conciencia de que era imposible seguir viviendo como hasta entonces.
— La crisis ha madurado —subrayaba Lenin—. Está en juego todo el futuro de la revolución rusa. .. Los bolcheviques deben tomar el poder… Esperar sería cometer un crimen contra la revolución.
SENCILLO COMO LA VERDAD
“Así es mi vida”
De una u otra forma, la mayoría de los hombres se preguntan qué es la felicidad. Es una pregunta vieja como el mundo, y cada cual responde según su entender. Cuando la hicieron a Marx sus hijas, éste dijo: “La lucha”. Lo mismo hubiera podido decir Lenin. “Así es mi vida —comentaba en diciembre de 1916, es decir, en vísperas de los acontecimientos que cambiaron la faz del mundo—. Una campaña combativa tras otra contra las necedades políticas, contra la chabacanería, contra el oportunismo, etc.
— Eso desde 1893. Y, por ello, el odio de los chabacanos. De todos modos, no cambiaría esa vida por la “paz” con los “chabacanos”.
Se ve sin dificultad que, para Lenin, la lucha no era sólo un medio de lograr objetivos políticos, sino también fines morales: la extirpación de toda chabacanería. Pero sería más acertado, quizás, decir que Lenin no separaba nunca la moral de la política.
Decían de él que era sencillo como la verdad. Es cierto. Pero era también complejo como la verdad. Amaba lo bello, la música, los libros. .. A la vista de hermosos rincones de Suiza sentía nostalgia por el Volga. Era un cariñoso hijo y marido. En las horas libres se inclinaba gustoso sobre el tablero de ajedrez o, tomando la escopeta, iba de caza. Nada de cuanto es humano le era extraño. Pero resulta imposible comprender a Lenin si se pierde de vista que su única pasión, que su única vocación era la lucha revolucionaria. “No hay otro hombre que esté ocupado con la revolución las veinticuatro horas del día, que no piense en otra cosa que la revolución, que incluso en sueños vea la revolución. ¡Anda y prueba a medir tus fuerzas con un hombre así!”, decía, consternado, uno de sus enemigos políticos.
Los amigos decían otra cosa.
“Todo Lenin está en combate en cada instante de su vida” (Román Rolland).
“Lenin es tan sencillo, tan humano y, al mismo tiempo, tan sagaz y firme” (John Reed).
El conocimiento de la biografía de Vladimlr llich Uliánov—la trágica muerte de seres cercanos, la cárcel y la deportación, los años de exilio, los preparativos de la insurrección y la dirección de ésta, las balas de los enemigos, la colosal tensión nerviosa de los primeros años de la revolución— quizás pudiera impulsar a escribir una tragedia análoga a las de Shakespeare. Sin embargó, a medida que el nombre de LENIN se iba haciendo símbolo del socialismo, Vladímir Ullánoy, que adoptó tal seudónimo a comienzos del siglo, iba rebasando más y más palmariamente el marco de una biografía Individual, iniciada con la fecha del nacimiento y cerrada con la de la muerte. Leninreunió los mejores afanes de su tiempo y supo hacerlos invencibles. En la experiencia de la Rusia milenaria no hay ejemplo más optimista que Lenin ni hazaña más luminosa que la realizada por él.
“¡Ese partido existe!”
Tan imposible es imaginarse a Lenin al margen de la revolución como imaginarse la revolución sin su motor principal, sin el Partido Comunista. “…¡Dadnos una organización de revolucionarios y revolveremos a Rusia en sus cimientos!”
Estas palabras del joven Lenin son el epígrafe de toda su actividad posterior. El mismo creó, forjó y dirigió esa organización.
Cuántas veces y por cuántos motivos podríamos repetir las palabras de Lenin acerca del Partido. Cuando los oráculos de la Intervención auguraban que los días de los Soviets estaban contados; cuando los doctrinarios rusos, invocando fuentes, argumentaban que la construcción del socialismo en nuestro país carecía de perspectivas; cuando los pancistas de otros países, lavándose las manos, esperaban el triunfo de la guerra relámpago de los hitlerianos contra la URSS; cuando los genera, les y los políticos de algunos países se sentían inclinados a hacer alarde de sus pertrechos, siempre, en todas las ocasiones, al explicar las causas de nuestras victorias y realizaciones y al responder a los numerosos “¿por qué?” hubiésemos podido repetir con pleno derecho la conocida afirmación de Lenin: porque ese Partido existe.
“Marxista de filas”
Lenin quería titular uno de sus trabajos “Apuntes de un marxista de filas acerca de la filosofía”. Eso de“marxista de filas” no es falsa modestia, propia de muchos políticos. Lenin era el guía reconocido del proletariado mundial y del Partido Comunista de nuestro país, el fundador y dirigente del primer Estado de trabajadores del mundo, y tenía siempre conciencia de ello. Lenin era extraordinariamente tenaz cuando se trataba de adoptar decisiones de particular importancia para la revolución y para el país. Pero, aunque poseía un gran prestigio, no trataba de anonadar con él a quienes le rodeaban. La fuerza de Lenin consistía en otra cosa. “Dirigía la corriente del pensamiento y, sólo por ello, también el país”,dijo de él Borís Pasternak.
La medida del poder iba siempre aparejada en él, sobre todo, con la medida de la responsabilidad. Lenin no sólo se indignó, sino que sintió profunda amargura cuando un camarada escribió en cierta .ocasión que el CC era Lenin, “Eso únicamente puede escribirse en un estado de gran excitación nerviosa y de fatiga… —dijo Lenin—. ¿Por qué dejarse dominar así por los nervios y escribir esa frase absolutamente absurda, absolutamente absurda, repito, de que yo soy el CC”.
— No puede usted imaginarse lo que me disgusta que se destaque siempre mi persona —dijo Lenin a M. Olminski cuando éste le informó de que se había acordado comenzar a reunir materiales para el futuro Museo de Lenin. Y prohibió categóricamente que se hiciera eso.
Podríamos mencionar multitud de casos análogos. En ellos no sólo vemos rasgos vivos de la imagen amada. Son, además, una recordación de la principal norma de conducta del comunista, del ideal de conducta. “El más noble representante de la humanidad”, dijo de Lenin un delegado de la India a uno de los Congresos de I Internacional Comunista.
“Todo el espíritu del marxismo”…
Las obras de Lenin se han editado en decenas de idiomas. Las leen y estadía millones de personas. Pero, si en vida de Lenin, alguien se hubiera puesto a canté como salmos citas de sus libros, él se habría reído de esa persona, la concepción de una doctrina política como una religión y de los pensamientos como un dogma le era profundamente repugnante. Decía: “Todo el espíritu del marxismo, todo s sistema exige que cada tesis sea examinada a) sólo históricamente; b) sólo en relación con otras; c) sólo en relación con la experiencia concreta de la historia”.
Las consignas de Lenin son un ejemplo de precisión histórica. No podía sufrir la verborrea seudorrevolucionariani las frases rimbombantes. Fundador del primer Estado socialista, nos comunicó el profundo convencimiento de que el socialismo con el tiempo, demostraría su superioridad sobre el capitalismo, y no mediante la guerra —Leninrechazaba la guerra como medio de solución de los litigios internacionales— no mediante la cacareada exportación de la revolución, a la que, según Lenin, podían llamar únicamente “o locos o provocadores”, sino mediante la fuerza del ejemplo. Cuan influyente es el ejemplo lo evidencian en nuestros días tanto la experiencia de los países socialistas como el gran interés por el socialismo en muchos países en desarrollo.
A primera vista quizás parezca paradójico que Lenin,gran teórico, citara aprobatoria y gustosamente éstas líneas del “Fausto” de Goethe: “La teoría, amigo, es gris, pero el árbol eterno de la vida es verde”. En esencia, no debe extrañarnos. Era la vida, la realidad, lo que nutría con sus jugos los maravillosos descubrimientos sociales de Lenin.El gran guía del Partido poseía el raro don de ver en lo parcial lo general, de ver en la gota de agua una partícula del océano mundial.
El 10 de mayo de 1919, los obreros del ferrocarril Moscú, Kazánrepararon gratuitamente, después de su jornada laboral, cuatro locomotoras y dieciséis vagones y cargaron varios miles de puds. Lenin escribió entonces su famosísimo artículo “Una gran iniciativa”. Las conclusiones a que llegó en ese artículo, que se diría dedicado a un caso concreto, conservan su actualidad hoy: día, después de casi cincuenta años.
“El comunismo —dijo Lenin— representa una productividad del trabajo más alta que la del capitalismo, una productividad obtenida voluntariamente por obreros conscientes y unidos que tienen a su servicio una técnica moderna”.
El árbol de la vida crece, y los tiempos cambian. No somos ya los de ayer, y el mundo tampoco es el mismo. Guiándonos por los planteamientos de Lenin, hemos construido un poderoso Estado, hemos creado una industria y una agricultura socialistas y hemos desarrollado la ciencia. No todo salió siempre tan rápida y llanamente como lo deseábamos: éramos los primeros, y el camino de la historia no es una escalera automática; tuvimos que abrirlo a fuerza de trabajo. En los momentos más difíciles de ese trabajo esforzado siempre nos ha ayudado y nos sigue ayudando Lenin. Los tiempos cambian; las ideas quedan.
“El conocimiento de todas las riquezas que ha elaborado la humanidad”
Dicen que, al ver en cierta ocasión un cartel que saludaba el reinado eterno de los obreros y los campesinos, Lenin explicó pacientemente a sus autores cuán desacertado era aquel planteamiento. En la sociedad comunista, no habrá clases, éstas se fundirán. Y el socialismo, según Lenin, es el primer peldaño de esa sociedad sin clases. Lenin no separaba el futuro del presente con una muralla de China y consideraba por ello que una de las tareas más importantes e impostergables del Partido era preocuparse en todo momento de mejorar las condiciones de vida los trabajadores, “hacer que la vida de todos los trabajadores sea lo más fácil posible y les dé la posibilidad del bienestar”.
Durante la guerra civil y el desbarajuste económico, este objetivo parecía lejano. El escritor inglés Wells, que se entrevistó con Lenin en 1920, decía: “Mire el espejo mágico que mire, no puedo ver esa Rusia del futuro, pero ese hombre pequeño que está en el Kremlin posee ese don. Ve nuevos ferrocarriles, electrificados, en lugar de las vías férreas destruidas; ve nuevas carreteras surcando todo el país; ve alzarse, renovada y feliz, la potencia comunista industrializada”.
Lenin estimaba que la condición principal de la transformación del país era el desarrollo de la ciencia y la cultura. Rechazaba resueltamente las pretensiones al monopolio de la “cultura proletaria” y decía que únicamente se podía llegar a ser comunista cuando uno enriquecía su memoria con el conocimiento de todas riquezas que había creado la humanidad. Lenin llamaba a los jóvenes a dominar la ciencia y su consigna “¡Estudiad!”pasó a ser el programa de la Unión de Juventudes Comunistas.
Después de un encuentro con un grupo de ingenieros, Lenindijo a Máximo Gorki: “¡Ay, si pudiésemos poner a todos estos técnicos en condiciones ideales para su trabajo! Dentro de veinticinco años, Rusia sería un país avanzado entre todos los del mundo”. Lamentablemente, los tiempos no siempre fueron propicios a la creación de condiciones ideales para nuestros científicos, ingenieros y peritos. Hubo que ahorrar, tuvimos que empuñar las armas más de una vez, defender el país y restaurar luego lo destruido. Pero el legado de Lenin ha sido cumplido. Hemos creado una ciencia y una cultura cuyas realizaciones reconoce todo el mundo.
No bastaba con poseer una perspicaz mirada para ver desde la lejanía de los años del 20 la gran potencia floreciente que es la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.Se necesitaba, además, fe en las ingentes fuerzas creadoras del pueblo en la energía del Partido, esa fe que era tan propia de Lenin y que han hecho suya sus herederos, los continuadores de su obra.
Cuarenta y ocho horas de la revolución
De las 5 del 24 de octubre a las 5 del 26 de octubre de 1917
En octubre de 1917, Rusia parecía una caldera bullente. Las manifestaciones, las huelgas y los mítines estremecían el país. La política del gobierno provisional estaba completamente desacreditada, el Partido de los Bolcheviques había conquistado el pleno apoyo de las masas. El 10 de octubre de 1917, el Comité Central del Partido tomó el acuerdo de ir a la insurrección armada. Se constituyó el Comité Militar Revolucionario que debía preparar y dirigir ala insurrección.
CÓMO SUCEDIÓ
Les ofrecemos un relato cronológico, hora por hora, de los dos días decisivos de la revolución. La cuenta del tiempo se llevaba entonces por el reloj de Nikolai Podvoiski, uno de los dirigentes del Comité Militar Revolucionario. Una salva del crucero “Aurora” anunció el comienzo del asalto del Palacio de Invierno.
24 DE OCTUBRE
• CERCA DE LAS 5 de la mañana se celebró una reunión del Comité del partido de los bolcheviques de la capital a la que asistieron también los activistas. Se discutió una sola cuestión: “El momento presente en relación con la política del Gobierno Provisional en los últimos días”. Se tomó el siguiente acuerdo:
“El Comité de Petersburgo estima que todas las fuerzas de la revolución tienen la tarea inaplazable de derribar inmediatamente el gobierno y de hacer que pase el poder a los Soviets de diputados obreros y soldados tanto en la capital como en provincias. El Comité de Petersburgo considera que para cumplir esa tarea es indispensable emprender la ofensiva con toda la fuerza organizada de la revolución sin la más mínima demora…”
El Gobierno Provisional trató de privar a los bolcheviques de un arma tan potente como la prensa.
• 5 HORAS 30 MINUTOS. Se prohíbe la salida de “Rabochi Puf” (título con el que aparecía entonces “Pravda”).
• 6 HORAS 30 MINUTOS. El inspector de policía ordena que se recoja la tirada del periódico “Soldat”. No obstante, los obreros de la imprenta hicieron fracasar el intento. Los ejemplares del periódico fueron llevados felizmente a Smolny,edificio donde se hallaba el Estado Mayor de la Insurrección.
• CERCA DE LAS 8 DE LA MAÑANA. En la reunión del Gobierno Provisional, declarada permanente, se aprobó un decreto por el que se investía al ministro Kishkín de “poderes extraordinarios para restablecer el orden en la capital y defender a Petrogrado contara todas las acciones anarquistas, partieran de donde partieran”, y quedaban supeditadas a él todas las autoridades militares y civiles.
• POR LA MAÑANA tuvo lugar una reunión ordinaria del Comité Central del partido de los bolcheviques. En vista de la prohibición de “Rabochi puf” por el Gobierno Provisional, el Comité Central acordó:“Mandar inmediatamente fuerzas de protección a la imprenta y procurar que el periódico salga a su hora”.
• 10 HORAS. Llegan a la imprenta de “Rabochi put” los destacamentos enviados por el Comité Militar Revolucionario. La redacción reanuda el trabajo.
• 11 HORAS. Sale el número ordinario del periódico “Rabochi put” que llama a derrocar al Gobierno Provisional y establecer el poder de los Soviets.
• MEDIODÍA. El Comité Militar Revolucionario transmite por la radio del crucero “Aurora” la siguiente orden:
“La guarnición que defiende los accesos a Petrogrado debe estar en disposición de combate”.
• 13 HORAS. Kerenski declara que el Gobierno Provisional tiene el propósito de aplastar la insurrección en Petrogrado.
• 14 HORAS. Por encargo del Comité Militar Revolucionario, F. Dzerzhinski le dice a S. Pestkovski, secretario de la minoría bolchevique del II Congreso de los Soviets de toda Rusia:
— A usted y al camarada Leschinski se les encarga de tomar la Central de Telégrafos. Ahí tiene la credencial de que ha sido nombrado comisario de Telégrafos por el Comité Militar Revolucionario.
• COMIENZO DE LAS 15 HORAS. El jefe de la Región Militar de Petrogrado ordena levantar inmediatamente todos los puentes del Neva. “Rabochi puf” comunica:
“El ingeniero encargado de los puentes comenzó a levantarlos, pero los guardias rojos, que estaban de puesto en los puentes, se lo impidieron”.
• 15 HORAS. A la Plaza del Palacio llega la artillería ligera llamada por el Gobierno Provisional.
En las calles aparece el llamamiento del Comité Militar Revolucionario: “¡Soldados, obreros, ciudadanos! Los enemigos del pueblo han pasado por la noche a la ofensiva. . . Pero las fuerzas de la revolución son inconmensurablemente superiores a las de sus enemigos. La causa del pueblo está en manos firmes. . . ¡Viva la revolución!”
• 16 HORAS. Los ciclistas, que estaban de guardia en el Palacio de Invierno desde julio, abandonan sus puestos, manifestando que en adelante no prestarán servicio allí.
• 17 HORAS. La Central de Telégrafos pasa a manos de los bolcheviques.
• 18-19 HORAS. Se celebran reuniones de las organizaciones distritales del partido de los bolcheviques. Se discute el problema de la insurrección armada.
• 19 HORAS. Destacamentos de la Guardia Roja ocupan todos los puentes, excepto el de Nicolás. El Comité Militar Revolucionario transmite al crucero “Aurora” la siguiente orden: “Restablezcan por todos los medios de que disponen el tráfico por el puente de Nicolás”. El crucero se acerca al puente. Los junkers se retiran. Los marineros bajan el puente.
• POR LA TARDE, Lenin envía por conducto de M. Fofánova, dueña del apartamento en que se ocultaba de la policía de Kerenski, una nota al Comité de Vyborg del partido, insistiendo en que el Comité Central le autorice a presentarse en Smolny para dirigir directamente la insurrección. El Comité Central, temiendo por la vida de Lenin, no le permite dejar el apartamento.
• 21 HORAS. Lenin vuelve a mandar a M. Fofánova al Comité de Vyborg con una carta al Comité Central, en la que exhortaba a iniciar inmediatamente la insurrección armada. En ella se decía:
“Camaradas:
Escribo estas líneas el 24 por la tarde. La situación es crítica en extremo. Es claro como la luz del día que hoy todo lo que sea aplazar la insurrección significará verdaderamente la muerte.
Poniendo en ello todas mis fuerzas, quiero convencer a los camaradas de que hoy todo está pendiente de un hilo, de que en el orden del día figuran cuestiones que no pueden resolverse por medio de conferencias ni de congresos (aunque sean incluso congresos de los Soviets), sino únicamente por los pueblos, por las masas, por medio de la lucha de las masas armadas”.
• 22 HORAS. Los partidarios del Gobierno Provisional intentan de nuevo cerrar la imprenta del periódico bolchevique “Rabochi put”. Los guardias rojos desarman a los junkers.
• 22 HORAS 50 MINUTOS. Leninhabía prometido esperar hasta las 11 de la noche a que volviese M. Fofánova con la respuesta. Pero se marcha con el comunista finlandés Bino Rahja a Smolny antes de que expire el plazo convenido. Podvoiski describe del siguiente modo la llegada de Lenin al Comité Militar Revolucionario:
“Era ya completamente de noche cuando Lenin, maquillado, caminaba con el camarada Rahja por las calles de Petrogrado, inmovilizadas en espera de algo. Lenin se quedó asombrado de que casi por todas partes le pararan patrullas de guardias rojos, marineros y soldados revolucionarios. Solamente de tarde en tarde se tropezaba con patrullas de junkers.
— No creía que en ellos (el Gobierno Provisional) estuviese todo tan podrido —dijo a, su acompañante.
Llegaron a Smolny. Pero Smolny estaba también desconocido. Había luz en todas las ventanas, carros blindados en el patio, centinelas en las puertas. . . Gente armada por doquier. . .
Antónov-Ovséienko, Chudnovski y yo nos hallábamos en una pequeña estancia, junto al plano de Petrogrado pendiente de una pared. Estábamos poniendo las últimas cruces en el plano de la ciudad, eran los signos de los golpes que en primero, segundo y tercer término debían ser asestados a las fuerzas de la contrarrevolución. Es difícil transmitir la emoción y la alegría que sentimos al ver a Lenin…
Inmediatamente comunicamos a todos los regimientos y fábricas por medio de enlaces que Lenin estaba ya en Smolny y dirigía directamente la insurrección. . . De todas las partes de Petrogrado acudían a ver a Lenin jefes de destacamentos de guardias rojos y de unidades militares insurreccionadas”.
• 22-23 HORAS. Rogovski,comisario de la municipalidad de Petrogrado,comunica al Gobierno Provisional que se acercan al Palacio de Invierno, donde estaba reunido, tropas del Comité Militar Revolucionario.
• A ESA MISMA HORA visita a Kerenski una delegación de ”Los grupos socialistas del Consejo de la República”. Se entabló, como dice Kerenski en sus memorias, “una discusión bastante tumultuosa con motivo de una resolución acerca de la insurrección que yo había exigido que se tomara por la mañana y que, al fin, fue aprobada. La resolución, que ya no servía para nada, era infinitamente larga, embrollada y poco comprensible para un simple mortal. . .
Para completar el cuadro debo añadir que en el preciso momento en que me daban esa “importante” noticia, los destacamentos armados de la Guardia Roja ocupaban uno tras otro los edificios oficiales. En cuanto terminó la entrevista, Kartashov, ministro de Cultos, fue detenido en la calle de Millónnaya cuando se dirigía a su domicilio después de la reunión del Gobierno Provisional, y llevado a Smolny. . . Hay que reconocer que los bolcheviques actuaban entonces con gran energía y no menos arte. . .”
• 24 HORAS. Centrobalt (Comité bolchevique de la Flota del Báltico) recibió en Helsingfors,ciudad donde se hallaba, el siguiente telegrama de Yákov Sverdlov: “Centrobalt. Enviad los estatutos”, eso significaba que debían mandar a Petrogrado torpederos, un crucero y un destacamento de 5.000 a 6.000 marineros. De Centrobalt contestaron; “Al amanecer saldrán torpederos, se han enviado compañías para la carga”.
25 DE OCTUBRE
• LA UNA DE LA MADRUGADA.
Una delegación de los regimientos cosacos, acuartelados en Petrogrado, visita a Kerenski y reitera al “comandante en jefe” su fidelidad al Gobierno Provisional.
“Me equivoqué terriblemente una vez más, lo mismo que por la mañana en el Consejo de la República —escribe Kerenski —. No sabía que mientras estaba hablando con los delegados de los regimientos, el Soviet de las tropas cosacas, reunido durante toda la noche, se había pronunciado resueltamente por la no intervención en la lucha del Gobierno Provisional contra los bolcheviques sublevados. . .”
• 0,12 MINUTOS. Polkóvnikov, jefe de la Región Militar de Petrogrado, telegrafía al Cuartel General:
“La situación de Petrogrado es muy peligrosa. No hay acciones de calle ni desórdenes, pero ocupan de manera planificada las instituciones y las estaciones. Hacen arrestos. No se cumplen las órdenes. Los junkers entregan los puestos de guardia sin ofrecer resistencia”.
• CERCA DE LA UNA DE LA MADRUGADA, Félix Dzerzhinski da a I. Ereméiev, jefe de los destacamentos de voluntarios de la fábrica de Putílov, instrucciones para custodiar el despacho donde trabaja Lenin. “Las instrucciones —cuenta I. Ereméiev— no hacían falta. Lenin casi nunca estaba solo en el despacho, siempre había gente. Se acostaba a eso de las seis de la mañana, y a las diez estaba ya en pie”.
• LAS 2 DE LA MADRUGADA. Por disposición del Comité Militar Revolucionario se corta la luz en todas las instituciones del Gobierno Provisional. Fuerzas del CMR ocupan las estaciones del Báltico y de Nicolás y Correos.
Polkóvnikov va a ver a Kerenski y, según dice éste, le propone “organizar. . . una expedición para tomar el Instituto de Smolny, cuartel general de los bolcheviques. Aprobé inmediatamente el plan e insistí en que se cumpliera sin tardanza”.
• POR LA NOCHE se celebró una reunión del Comité Central del partido de los bolcheviques, en la que se designaron las personas que debían formar parte del futuro gobierno obrero y campesino, llamado Consejo de Comisarios del Pueblo.
• 3 HORAS 30 MINUTOS. El crucero “Aurora” ancla en el malecón Inglés, no lejos del Palacio de Invierno, residencia del Gobierno Provisional.
• CERCA DE LAS CUATRO DE LA MADRUGADA, el periodista norteamericano John Reed se encuentra en el vestíbulo de Smolny con el bolchevique D. Zorin, uno de los participantes de la revolución de Octubre, Reed escribe:
“Llevaba un fusil al hombro.
— ¡Nos hemos echado a la calle! —me dijo con tranquilidad, pero contento”.
• 6 HORAS. Han sido tomadas las oficinas centrales del Banco del Estado.
• CERCA DE LAS 7. El puente del Palacio está en manos de los insurrectos,
• 8 HORAS. De Helsingfors sale para Petrogrado el último convoy con marineros revolucionarios. P. Dybenko,presidente de Centrobalt, dice en sus recuerdos:
“. . .por delante de Centrobalt pasan los torpederos uno tras otro, en orden, majestuosamente. En ellos ondean banderas rojas con la inscripción: “Todo el poder a los Soviets”. Las tripulaciones de los torpederos que se marchan y las de los navíos que se quedan están formadas en cubierta. Bandas de música y atronadores “hurras” despiden a los que van a luchar a Retrogrado. . . En la cubierta del Estrella Polar” (sede de Centrobalt) se halla el almirante Razvózov. Me dirijo a él:
— ¿Cree ahora?
— Sí, es un milagro. Ocurre lo que parecía imposible. Con tal fervor y deseo tienen asegurado el éxito. En estas condiciones es agradable prestar servicio”.
• 10 HORAS. Lenin escribe en nombre del Comité Militar Revolucionario el llamamiento “¡A los ciudadanos de Rusia!”:
“Los objetivos por los que ha luchado el pueblo —la propuesta inmediata de una paz democrática, la supresión de la propiedad agraria de los terratenientes, el control obrero de la producción y la constitución de un gobierno soviético— están asegurados.
¡Viva la revolución de los obreros, soldados y campesinos!”
• 10 HORAS 30 MINUTOS, El general Bagratuni, jefe del Estado Mayor de la Región Militar de Retrogrado, comunica al comandante en jefe del Frente Norte:
“Hasta las unidades más obedientes y disciplinadas entregan sin resistencia los puestos de guardia. Se lleva a cabo una ocupación planificada de las instituciones públicas y sociales: la Central de Teléfonos, el Banco del Estado, etc. El gobierno no tiene ni restos de poder, no está descartado el Intento de apoderarse del propio gobierno”.
• 11 HORAS 30 MINUTOS. Kerenskise marcha de Petrogrado con el plausible pretexto de recibir a las tropas “fieles al Gobierno Provisional”.
• CERCA DE LAS 12. Se ordena al Comité Militar Revolucionario que ponga en libertad a los detenidos políticos.
• 12 HORAS. El Palacio Mariinski, domicilio de importantes instituciones gubernamentales, queda cercado.
• 13 HORAS. El Palacio Mariinski se rinde.
• 14 HORAS. Llega en ayuda del proletariado de Petrogrado una flotilla de Cronstadt con un destacamento de marineros.
• 14 HORAS 35 MINUTOS. Se abre la sesión extraordinaria del Soviet de Petrogrado. Lenin «dice en ella:
“Camaradas: La revolución obrera y campesina, de cuya necesidad han hablado siempre los bolcheviques, se ha realizado. Se inicia hoy una nueva etapa en la historia .de Rusia, y esta tercera revolución rusa debe conducir, en fin de cuentas, a la victoria del socialismo. . .”
• 15 HORAS. En la fortaleza de Pedro y Pablo quedan terminados los preparativos para el combate,
• CERCA DE LAS 16 HORAS. Se crean unos cuantos estados mayores para dirigir las operaciones contra el Gobierno Provisional.
• 17 HORAS. El Comité Militar Revolucionario comunica:
“Los marineros fieles al poder del Comité Militar Revolucionario han tomado todos los puentes”.
• 18 HORAS. El Palacio de Invierno está cercado totalmente por las tropas del Comité Militar Revolucionario. Podvoiski recuerda:
“Las filas de combatientes, a medida que se acercaban a la Plaza del palacio de Invierno, se hacían más compactas… Aumentaba la tensión en espera del gran momento del asalto.
… Más tarde me preguntaron repetidas veces por qué, teniendo fuerzas y la posibilidad de acabar con el Gobierno Provisional a las seis de la tarde, demoramos el fin.
Contesté:
– Si nuestra situación junto al Palacio de Invierno era tal que habría bastado dar la orden de “asalto” para que, a costa de la sangre de unos centenares de combatientes, hubiéramos tomado el Palacio Pero en aquel momento histórico, cada gota de sangre de los defensores de la revolución tenía para nosotros más importancia que el enemigo que, por otra parte, estaba ya vencido. La agitación de los miembros de la Organización Militar y de nuestros partidarios entre los junkers y los cosacos descomponía al enemigo”.
• CERCA DE LAS 19 HORAS. El Cuartel General se puso en comunicación por hilo secreto directo con el Palacio de Invierno. El teniente Danilévich, oficial de enlace, informó:
“Hace poco menos de una hora, un grupo de 50 hombres ha tomado el Estado Mayor de Petrogrado, Al lado del gobierno están solamente los junkers, un regimiento de cosacos y dos cañones de la escuela de artillería de Mijáilovski. . .”
• 19 HORAS 45 MINUTOS. Se presenta al Palacio de Invierno un ultimátum: rendirse en el plazo de diez minutos. El Palacio estaba cercado por fuerzas de infantería con carros blindados y cañones y se aproximaban por el Neva tres torpederos. Los cañones de la fortaleza de Pedro y Pablo apuntaban a Palacio.Los junkersde guardia declararon, cinco minutos antes de expirar el plazo, que se entregaban.
“Al aparecer en la plaza los que se rendían —escribe Podvoiski —, se produce en el primer instante cierta confusión en nuestras filas.
— ¡Nos entregamos! —dicen. Un churra” atronador y jubiloso se extiende por la plaza. Se llevan a los que se han entregado. . .
En nuestras filas se advierte impaciencia, emoción. . . Los combatientes se dan cuenta de que están al final de la lucha de ocho meses por el poder. En el último acto de una lucha secular. Muere lo monstruosamente viejo y nace en la tempestad lo nuevo, grandiosamente jubiloso, que tanto ha costado. . .”
• CERCA DE LAS 21 HORAS. Uno de los destacamentos mixtos del Comité Militar Revolucionario, destinado al asalto del Palacio de invierno, se halla junto a la Casa del Pueblo. Allí, como recuerda N. Erushev, ex combatiente del destacamento, “se representaba “Borís Godunov”. Cantaba Shaliapin, Los soldados, marineros y guardias rojos corríamos por turno a la sala para escuchar la ópera. Los porteros nos dejaban pasar. Entrábamos despacito, de puntillas, escuchábamos durante unos cinco minutos y volvíamos a nuestro puesto. Shaliapin no sabía seguramente que cantaba para los combatientes de la revolución que se disponían a asaltar el Palacio de Invierno”.
• 21 HORAS. El Comité Militar Revolucionario ordena al comisario de la fortaleza de Pedro y Pablo que comience a cañonear el Palacio de Invierno. Uno de los oficiales del batallón de ametralladoras, acuartelado en la fortaleza, dice:
“Era ya completamente de noche cuando Blagonrávov ordenó que se lanzaran sobre Palacio cuatro bombas de obús de explosión alta. Subí al bastión para mirar con los prismáticos.
– ¡Por Dios, no disparéis contra el ala izquierda del Palacio! Allí hay un lazareto –gritó alguien. Esta indicación fue transmitida inmediatamente a los marineros apuntadores…
Cesó el cañoneo. Reinaba un espantoso silencio. Callaron las ametralladoras al otro lado y sólo algunos disparos de fusil se mezclaban con el pacífico traqueteo de los tranvías”.
• 21 HORAS 40 MINUTOS. A. Bélyshev, comisario del “Aurora”,cuenta:
‘“El enlace del Comité Militar Revolucionario transmitió que el Gobierno Provisional debía rendirse a las nueve. En el caso de que no lo hiciera, se lanzaría desde la fortaleza de Pedro y Pablo una bengala roja que serviría de señal para que el “Aurora” disparara una salva anunciando que comenzaba el asalto al Palacio de Invierno. . . Desde la orilla se oían disparos. Pero la fortaleza de Pedro y Pablo no daba señales de vida. Eran ya las nueve y treinta y cinco minutos. . .
Una bengala roja rasgó las tinieblas tras el puente. Eran las nueve y cuarenta minutos. Ordené:
— ¡Proa, fuego!. . ,
En respuesta a la salva se oyó, a través del tableteo de las ametralladoras, un “hurra” atronador. Los nuestros Iniciaban el asalto. Di la orden de cargar el cañón con un proyectil corriente por lo que pudiera-ocurrir…”
• 22 HORAS. Führer, consejero de la misión suiza, telegrafía a su gobierno:
“La revolución bolchevique, por lo visto, ha triunfado. En el curso de unas cuantas horas, la capital ha pasado completamente a manos del Soviet de Petrogrado, a cuyo lado se ha puesto casi toda la guarnición”.
• 22 HORAS 45 MINUTOS. En Smolny se abre el II Congreso de los Sovietsde diputados obreros y soldados de toda Rusia.
• 23 HORAS. Continúa el asalto definitivo del Palacio de Invierno. Podvoiski, uno de los dirigentes de la acción, recuerda:
“Cuando cesó el aullido y el estruendo de los cañones de la fortaleza de Pedro y Pablo, estremeció el aire, ahogando el seco e ininterrumpido repiqueteo de las ametralladoras y los fusiles, un triunfal “hurra”, terrible, subyugador, que unía a toda la heterogénea masa. En un instante, las barricadas, sus defensores y los que atacaban se fundieron en una masa oscura y compacta que bullía como un volcán y, en seguida, el grito triunfal se oyó ya al otro lado de las barricadas”.
• EN ESE MISMO MOMENTO, el Gobierno Provisional transmitía al frente por hilo secreto directo:”El gobierno en pleno, a excepción de S. Prokopóvich, está en su sitio. La situación es favorable… El enemigo no es fuerte”.
• 23 HORAS 10 MINUTOS-23 HORAS 15 MINUTOS. El asalto al Palacio de Invierno continúa. Se lucha en las escaleras. V. Antónov-Ov-séienko recuerda:
“. . .Chudnovski y yo condujimos a los atacantes al interior del Palacio. Los junkers no ofrecían ya resistencia y nos adentramos libremente en busca del Gobierno Provisional. . . Encontramos en una estancia a un grupo de individuos, que dijeron ser el Gobierno Provisional. Estaban sentados a la mesa y se fundían en una temblorosa mancha grisácea.
— En nombre del Comité Militar Revolucionario quedan detenidos —les dije.
Los ex ministros entregaron los papeles y las armas que llevaban consigo. Me costó trabajo poner centinelas. Me ayudaron los marineros, sacando de la estancia a unos cuantos sujetos sospechosos. Chudnovski escribió una relación de los detenidos, que fue firmada por ellos y por nosotros. Todos estaban allí, menos Kerenski, quien, según dijo uno de los ex ministros, había salido a las 11 de la mañana de Petrogrado. Esta noticia provocó en la multitud gritos furiosos contra Kerenski”.
• SUENAN LAS DOCE HORAS de la última noche del capitalismo ruso. “Los ex ministros piden, balbuceando, protección contra la ira de las masas —recuerda Podvoiski—. Los marineros los sacan de la estancia. . . En la plaza gritan los soldados con indignación: “¡Fusilamiento!. . . ¡Muerte!. . . ¡Muerte!”. A Teréschenko, Konoválov y un par más les atizan unos cuantos golpes. . . Los guardias rojos calman a los soldados, gritando:
— ¡No manchéis el triunfo proletariol
Los guardias rojos rodean a los ex ministros, formando un anillo. . .
“¡Cada uno a su unidad!”, con esa orden termina el triunfal 25 de octubre”.
26 DE OCTUBRE
El Palacio de Invierno ha caído, pero los enemigos de la revolución, partidarios del Gobierno Provisional derribado, no se rinden todavía.
• CERCA DE LA UNA DE LA MADRUGADA. El Cuartel General del Alto Mando se pone en comunicación por hilo directo con la sección política del Ministerio de la Guerra del Gobierno Provisional. El oficial de guardia comunica:
“. . .la correlación de fuerzas es tal que hasta ayer por la tarde, en que se inició el cerco del Palacio de Invierno, la insurrección transcurrió sin derramamiento de sangre; cuando los insurrectos se acercaban a algún edificio custodiado por patrullas del gobierno, éstas se retiraban sin ofrecer resistencia. Sin duda alguna, el plan de la insurrección fue elaborado de antemano y se ha llevado a cabo de manera firme y ordenada”.
• LAS DOS DE LA MADRUGADA. El Gobierno Provisional ya no existía, pero eso no impidió a Kerenski lanzar en Pskov la siguiente orden como Comandante en Jefe:
“Ordeno a todos los jefes y comisarios que, en aras de la salvación de la patria, se mantengan en sus puestos, como yo me mantengo en el mío de Comandante en Jefe, hasta que exprese su voluntad el Gobierno Provisional de la República”.
• 2 HORAS 10 MINUTOS. En el Comité Militar Revolucionario se recibe el siguiente comunicado:
“Ha sido nombrado comandante del Palacio de Invierno el camarada Chudnovski, soldado del regimiento de Preobrazhenski y delegado al 11 Congreso de los Soviets de toda Rusia. Todos los ministros están recluidos en la fortaleza de Pedro y Pablo”.
• 2 HORAS 15 MINUTOS. Podvoiskiva a ver a Lenin a Smolny.
“Cuando entré, casi corriendo, en la habitación donde se hallaba Vladímir llich, lo encontré muy reconcentrado. Estaba escribiendo. Lenin se hallaba tan embebido en su trabajo que no advirtió mi presencia. Preparaba los proyectos de decretos de la paz, sobre la tierra y sobre la formación del Gobierno soviético. Después de escuchar mi información, siguió trabajando”.
• 3 HORAS 10 MINUTOS. Se reanuda la sesión del II Congreso de los Soviets. El congreso aprueba el llamamiento: “¡A los obreros, a los soldados, a los campesinos!”, escrito por Lenin: “Apoyándose en la voluntad de la inmensa mayoría de los obreros, de los soldados y de los campesinos y en la insurrección victoriosa de los obreros y de la guarnición de Retrogrado, el congreso toma en sus manos el poder.
Ha sido derribado el Gobierno Provisional. . .
¡Soldados, obreros, empleados, la suerte de la revolución y de la paz democrática está en vuestras manos!
¡Viva la revolución!”
• 4 HORAS. La insurrección armada ha terminado triunfalmente en Petrogrado. V. Bonch-Bruiévich dice:
Propuse a Vladímir Ilich que durmiera en mi casa. . . Encontramos el automóvil en el sitio convenido y fuimos a mi domicilio.
Vladímir Ilich debía estar muy cansado porque se quedaba dormido en el automóvil. Llegamos y cenamos alguna cosilla. Quería que Vladímir Ilichdescansara bien, pero me costó trabajo que aceptara mi cama en una pequeña habitación, donde había un escritorio, papel, tinta y una biblioteca. Vladímir Ilich acepto por fin y nos despedimos…
Apagué la luz. La habitación de Lenin estaba ya a oscuras. Empezaba a quedarme dormido, cuando se encendió la luz en la estancia de Vladímir Ilich.
Me puse en guardia. Oí que se levantaba de la cama casi sin hacer ruido, entreabrió despacio la puerta de la habitación donde yo estaba y, convencido de que dormía, se acercó de puntillas, para no despertar a nadie, al escritorio. Se sentó, abrió el tintero y, apoyándose en los codos, se puso a leer unos papeles. Todo eso lo veía por la puerta entreabierta.
Por la mañana rogué a mis familiares que no hicieran ruido, porque Vladímir Ilich había estado trabajando toda la noche y debía hallarse muy cansado. Pero de pronto se abrió la puerta y salió del dormitorio vestido, enérgico, optimista y alegre.
Felicitó a todos con motivo del primer día de la revolución socialista. En su cara no se notaba cansancio, como si hubiera dormido estupendamente, pero la verdad es que no había dormido más de dos o tres horas, después de una jornada de más de veinte horas. Llegaron algunos camaradas. Vladímir Ilich sacó del bolsillo unas cuartillas, copiadas en limpio, y leyó su famoso Decreto sobre la tierra.
La Gran Revolución Socialista de Octubre había triunfado. El II Congreso de los Soviets, en el que estaban representados más de 400 Soviets del país, proclamó en el primer día de la victoria de la revolución: “Todo el poder en las localidades pasa a los Soviets de diputados obreros, soldados y campesinos, llamados a asegurar un orden verdaderamente revolucionario”.
En la segunda reunión del congreso, celebrada el 26 de octubre, intervino dos veces Lenin. De acuerdo con sus informes, los delegados aprobaron por unanimidad el Decreto de la paz, en el que se decía que la guerra era “el mayor crimen contra la humanidad”, y el Decreto sobre la tierra, que ponía toda la tierra en manos del pueblo. El partido bolchevique cumplió al día siguiente de la revolución las promesas que había hecho al pueblo.
En ese mismo día, el II Congreso de los Soviets constituyó un gobierno, presidido por Lenin. El pueblo confiaba la dirección del país al Partido Comunista.
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