EL 13 NO SERÁ AÑO DE YETA PARA EL PUEBLO URUGUAYO
A pesar que el gobierno reafirma su línea, menos estado más mercado
La seda tricolor que nació orgullosa en febrero del 71, hoy, deshilachada, de baja calidad y sin principios, sirve aún hasta el momento, para correr a la militancia de los comités de base, a los dirigentes del PIT CNT para cambiar de vida y proyectos y a la dirigencia gubernamental para beneficiarse del timón político de los organismos financieros internacionales y del poder económico de las multinacionales y del gran empresariado nacional.
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Escribe Daniel Pereira, dirigente del 26M |
EN URUGUAY se ha extendido un refrán que explica que las actividades se retoman cuando termina la semana de turismo de cada año. Dice la creencia popular, que durante las fiestas de fin de año, reyes, Iemanja, vacaciones, carnaval, fútbol de verano, vuelta ciclista, etc, en el Uruguay no pasa nada.
La paloma este año se equivoco, si, le erró la paloma, los primeros días del 2013, han sido indicadores claros de la profundización de las políticas anti nacionales y anti populares que llevará adelante el gobierno frenteamplista en lo que resta de su mandato.
Y como consecuencia natural, hay trabajadores luchando y organizándose, cruces parlamentarios, llamados a sala, candidatos que van o vienen, agitada interna frenteamplista, del PIT CNT y de los partidos blancos y colorados.
Por supuesto que las medidas anunciadas y promocionadas, son una continuación natural de los acuerdos entre las autoridades de los organismos financieros internacionales y la dirigencia frenteamplista ganadora de las elecciones de noviembre del 2004.
Todas las leyes, decretos y resoluciones que se tomaron desde la asunción de Tabaré Vázquez en marzo del 2005 y su profundización desde marzo del 2010 con la presidencia de José Mujica, significan pérdida de soberanía para el Uruguay, más deuda externa y mayor enriquecimiento para los grandes empresarios nacionales y las multinacionales.
La noticia de la privatización de Afe, las idas y venidas vigentes en el tema Pluna, el precio del dólar, el encarecimiento de los alimentos, de los alquileres y la benevolencia con las multinacionales son demostraciones inequívocas de que se seguirá profundizando la política afín al imperio y sus organismos multilaterales de crédito.
La sociedad uruguaya contempla diariamente y a toda hora las estadísticas oficiales que maquilladas y redireccionadas por el progresismo para intentar hacerle creer al pueblo que vive en la republica de Alicia en el país de las maravillas.
Sin embargo la realidad demuestra sin maquillaje que centenares de miles de trabajadores, pensionados, jóvenes, pequeños productores – industriales – comerciantes, viven con diez mil pesos o menos cuando la canasta familiar oficial ronda los 50 mil pesos mensuales.
También en Uruguay se vive un clima de inseguridad permanente, donde el robo, la rapiña y los asesinatos están a la orden del día.
La paloma este año se equivoco, si, le erró la paloma, los primeros días del 2013, han sido indicadores claros de la profundización de las políticas anti nacionales y anti populares que llevará adelante el gobierno frenteamplista en lo que resta de su mandato.
Y como consecuencia natural, hay trabajadores luchando y organizándose, cruces parlamentarios, llamados a sala, candidatos que van o vienen, agitada interna frenteamplista, del PIT CNT y de los partidos blancos y colorados.
Por supuesto que las medidas anunciadas y promocionadas, son una continuación natural de los acuerdos entre las autoridades de los organismos financieros internacionales y la dirigencia frenteamplista ganadora de las elecciones de noviembre del 2004.
Todas las leyes, decretos y resoluciones que se tomaron desde la asunción de Tabaré Vázquez en marzo del 2005 y su profundización desde marzo del 2010 con la presidencia de José Mujica, significan pérdida de soberanía para el Uruguay, más deuda externa y mayor enriquecimiento para los grandes empresarios nacionales y las multinacionales.
La noticia de la privatización de Afe, las idas y venidas vigentes en el tema Pluna, el precio del dólar, el encarecimiento de los alimentos, de los alquileres y la benevolencia con las multinacionales son demostraciones inequívocas de que se seguirá profundizando la política afín al imperio y sus organismos multilaterales de crédito.
La sociedad uruguaya contempla diariamente y a toda hora las estadísticas oficiales que maquilladas y redireccionadas por el progresismo para intentar hacerle creer al pueblo que vive en la republica de Alicia en el país de las maravillas.
Sin embargo la realidad demuestra sin maquillaje que centenares de miles de trabajadores, pensionados, jóvenes, pequeños productores – industriales – comerciantes, viven con diez mil pesos o menos cuando la canasta familiar oficial ronda los 50 mil pesos mensuales.
También en Uruguay se vive un clima de inseguridad permanente, donde el robo, la rapiña y los asesinatos están a la orden del día.
Las cárceles super pobladas son un indecoroso record nacional e internacional por la cantidad de detenidos.
Miles de jóvenes han sido ganados por el alcohol, la droga y el desgano, otros viven del mangazo en las esquinas, mientras que jubilados y pensionados con retribuciones miserables perduran por la ayuda de sus familias o vecinos.
Los planes de asistencia compran voluntades y conciencias pero hunden al hombre o mujer que lo recibe, coronando una sociedad donde las lacras del capitalismo se muestran con absoluta nitidez.
Casi impensable a mediados de los años 90 del siglo pasado, desde hace más de una decena de años la dirigencia frenteamplista planeaba en privado en sofisticadas torres de la rambla montevideana, como llegar gobierno para vestir de seda a la mona.
La seda tricolor que nació orgullosa en febrero del 71, hoy, deshilachada, de baja calidad y sin principios, sirve aún hasta el momento, para correr a la militancia de los comités de base, a los dirigentes del PIT CNT para cambiar de vida y proyectos y a la dirigencia gubernamental para beneficiarse del timón político de los organismos financieros internacionales y del poder económico de las multinacionales y del gran empresariado nacional.
Sin duda se vienen nuevos tiempos, donde la clase obrera y los luchadores imperialistas forjarán raíces reales, para que la izquierda uruguaya avance unida para alcanzar la liberación de la patria y el bienestar de los trabajadores y el pueblo.
Miles de jóvenes han sido ganados por el alcohol, la droga y el desgano, otros viven del mangazo en las esquinas, mientras que jubilados y pensionados con retribuciones miserables perduran por la ayuda de sus familias o vecinos.
Los planes de asistencia compran voluntades y conciencias pero hunden al hombre o mujer que lo recibe, coronando una sociedad donde las lacras del capitalismo se muestran con absoluta nitidez.
Casi impensable a mediados de los años 90 del siglo pasado, desde hace más de una decena de años la dirigencia frenteamplista planeaba en privado en sofisticadas torres de la rambla montevideana, como llegar gobierno para vestir de seda a la mona.
La seda tricolor que nació orgullosa en febrero del 71, hoy, deshilachada, de baja calidad y sin principios, sirve aún hasta el momento, para correr a la militancia de los comités de base, a los dirigentes del PIT CNT para cambiar de vida y proyectos y a la dirigencia gubernamental para beneficiarse del timón político de los organismos financieros internacionales y del poder económico de las multinacionales y del gran empresariado nacional.
Sin duda se vienen nuevos tiempos, donde la clase obrera y los luchadores imperialistas forjarán raíces reales, para que la izquierda uruguaya avance unida para alcanzar la liberación de la patria y el bienestar de los trabajadores y el pueblo.
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