«STAND UP» DE MUJICA EN LA ASAMBLEA GENERAL
Nos hemos referido ya varias veces a algunos aspectos de la política de relaciones exteriores del gobierno nacional en los últimos tiempos, y hemos afirmado que ella por más que tenga apariencias diferentes, es un fiel calco de la política interior del gobierno uruguayo.

Sin embargo con las palabras se puede decir la verdad o esconderla. La intervención del presidente uruguayo en la Asamblea General, si bien ha sido muy publicitada sobretodo por los medios nacionales, no se ha salido de los marcos a los que en los últimos tiempos estamos acostumbrados en nuestro país. Sobretodo porque si bien levantó una serie de exigencias de los países del sur, también es cierto que meticulosamente se olvido de otras. También es cierto que las cosas que denunció, no tienen un correlato en la política interior en nuestro país por más que ya llevamos casi cuatro años de su mandato.
Todo lo que criticó, sucede en nuestro país con creces desde que existe su mandato y podríamos agregar también que con el anterior del Dr.Vázquez.
El super consumo e infraconsumo han sido el resultado también de la política que ha impulsado el Poder Ejecutivo en los últimos años lleno de privatizaciones y de grandes favores al capital financiero en nuestro país, a pesar que se autoproclama como “tolerante” y de “izquierda”.
En estos días se ha denunciado en nuestro país, nuevos y mayores efectos de la política económica y sus efectos en los precios que impiden no precisamente el super consumismo que denuncia Mujica sino el cada vez más complicado hábito de “la especie” humana, que es comer de acuerdo a las necesidades que impone la vida, a los niños, jóvenes, mujeres, trabajadores y viejos.
En nuestro país la tierra destinada a la plantación de alimentos es cada vez menor si se observa la política que ha desarrollado el gobierno de Mujica y anteriormente el Dr. Vázquez, pues cientos de miles de hectáreas han sido entregadas a compañías internacionales para plantar eucaliptos, para producir celulosa o soja transgéncia.
Lo mismo podríamos hablar de la entrega del hierro en la zona este del país, a Aratirí y testaferros nacionales pertenecientes al partido de gobierno gobierno.
La carne, frutas y verduras, sigue disminuyendo en la dieta de los uruguayos, por más que en los foros crezca, y por más que no existe un milímetro cuadrado de desierto en nuestro país. El agua se malgasta y se contaminan los principales ríos afectando peligrosamente a las zonas más pobladas del país.
Las inversiones en las zonas francas demuelen la industria en nuestro país. Resultado de la política de “libre inversión” se ha fomentado una gran abundancia de productos extranjeros que liquidan a pequeños productores agrarios e industriales.
Hasta la socialdemocracia se inventó en Uruguay, un verdadero desliz antishistórico del fenómeno político rioplatense. Pero como hoy el mundo está al revés, hasta en la ONU se ríen, aunque los que aguantamos, obviamente somos los del sur.
Mientras claro está el mundo sigue al borde de nuevas guerras, resultado de las intervenciones imperialistas.
La realidad sobre el discurso presidencial, es sin duda propia de una forma de ver el mundo en que ya no alcanza con la justificación de su pasado sino que ha comenzado a combatirlo y a intentar no dejar rastros, de la lucha antiimperialista, tarea difícil por cierto.
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