BARÁIBAR DUERME MIENTRAS INTERPELAN A SU MINISTRA

EL ELEFANTE DE LA CORRUPCIÓN EN EL BAZAR, PERO PAGA EL PUEBLO

La disposición combativa de los senadores del oficialiso por icerto que ha sido varida, mientras el Partido Nacional ha enfocado sus baterías contra la Ministra de Salud Susana Muniz, que ha podido sortear a duras penas el escándalo de corrupción producido por el representante de los trabajadores en ASSE, Alfredo Silva.

Mas allá de los paños tibios que pone el recinto parlamentario en el relacionamiento entre los partidos, da la impresión en los últimos timepos que la política del gobierno es como un elefante en un bazar, cada vez que se mueven, rompen algo.

La puesta en escena parlamenaria, ha sido inobjetable, por más que aora esta de moda decir que todo es «usado electoralmente», vaya novedad, para la política nacional. No ha existido en la política nacional que no haya usado la labor parlamentaria para sus fines electorales. Lo ha hecho largamente el Frente Amplio cuando era oposición y luchaba para que no hubiera corrupción y clientelismo político en aquellos tipos de los partidos tradicionales.

Hoy ese argumento se ha desmoronado, no tanto por la acción de la política de los partidos tradicionales, sino más que nada por las enormes arbitrariedades y abandonos de su política. Por la soberbia, ineptitud y el «hacé la tuya» que se ha apoderado de las cabezas principales del gobierno del FA.

El tema de la salud, no es nuevo cuenta de muchos antecedentes políticos y sociales, nunca la mayoría parlamentaria del gobierno quiso investigar sobre las denuncias que existían sobre Silva y Tejeira, y la amplia red de negocios públicos y privados que conjuntaban los hechos los directores de la salud pública. Tampoco se investigaba lo que sucedía en los hospitales del país en muchos casos
de omisión de atención que costo vidas de ciudadanos.            
Es evidente entonces que la justificación de los hechos, el tapar todo ha sido una política para lograr la «unidad» de acción de acción en la política de gobierno, que no ha logrado desplegar una verdadera política hacia los trabajadores.
No es casual que lo de ASSE, se exprese ahora con particular fuerza, mientras surgen otros campos donde también la investigación de la Justicia opera, con importantes antecedentes.
No está lejos lo que sucedió con PLUNA, que se ha constituido en un desenlace fatal para la economía y la pérdida del transporte aéreo nacional, el casino municipal de Carrasco que termino siendo privatizado y en el medio tuvo perdidas más que significativas que anduvieron en unos quince millones de dólares, donde en su momento Astori defendió largamente a su amigo Areán y toda la cúpula del entonces intendente Arana y la doctora Julia Muñoz, y el entonces alto funcionario y dirigente del FA Roselli que pasaron por la justicia.
Los negocios provenientes de las privatizaciones que generaron iniciativas privadas en dirigentes de la izquierda han producido significativos hechos de corrupción todos estos años, donde los dineros públicos han quedado más de una vez en cuentas privadas de altos funcionarios del estado. Es el nuevo estilo moderno de hacer política en todo el aparato del estado, al que los trabajadores pobres o los desposeídos no tienen acceso y del cual la “renovación” del FA, se ha enamorado.
Venden espejitos pero la honestidad ha desaparecido