TIEMPO ELECTORAL: MUCHA OBRA PÚBLICA, PERO NO HAY VIVIENDA NI SALUD DECOROSA

Cuando en nuestro país entramos en la recta final de la elecciones comienzan en forma repentina el desarrollo de la obra pública, es como un ciclo de la economía y la política en donde cada gobierno ya sea nacional o departamental guarda sus pesos en el presupuesto no tanto por lo que se necesita hacer sino por todo lo que no ha hecho durante los cuatro años anteriores y decide contra la campaña electoral dar la imagen que la economía y el “derrame” hacia los pobres se está efectivamente produciendo.
Es por cierto algo por demás engañoso, lo que se le ofrece a las personas en los escenarios previos a la acción electoral, pues el viejo clientelismo político, tan criticado por el partido de gobierno, no ha sido abandonado ni mucho menos, en los tiempos actuales.
No hay más que observar, lo que viene sucediendo en estos tiempos en varias partes del país, y principalmente en la capital, obras de todo tipo confluyen en un tiempo muy apretado, y en vez de dar servicios a la población crean un caos considerable, claro que ello se ha convertido en la clave de la táctica electoral del partido de gobierno.
El candidato oficial, Dr. Vázquez en estos días ha reafirmado nuevamente que su proyecto macroeconómico se mantiene en todos sus términos, y que nuevamente nuestro país transitara por la megaminería sin ningún tipo de restricciones, se ampliaran los proyectos de plantas de celulosa, y lo mismo en
relación a las obras de infraestructura para el sostenimiento de la salido y tránsito de productos nacionales.
La falta de propuesta de cambios serios en la vida social y económica del país, ha llevado a que necesariamente las propuestas oficiales se encuentren más subordinadas al capital extranjero, postergando nuevamente las posibilidades de desarrollo social en nuestro país.
Nuestro país no solo está muy atrasado en un plan nacional de transporte y de toda su infraestructura sino que además lo mismo sucede con la vivienda o la granja donde la propuesta política oficial lejos de abordar estos temas los olvida en forma increíble pues no hay más que mirar los precios de los alquileres de vivienda para darnos cuenta del gran déficit habitacional que existe en nuestro país y del cual es responsable también el Frente Amplio, que no lo ha promovido en estos años.
Sin duda que el clientelismo político ha sido una de las constantes que la política oficial ha mantenido y desarrollado largamente, pues la política de privatizaciones ha engendrado negociados y balances que no están, en las principales cuentas de las empresas públicos, que todavía están por explicar, sobretodo en lo que ha sucedido con las cuentas de ASSE, ANCAP y PLUNA.
En los últimos tiempos la política de gobierno se ha destacado por sus enormes destapes de negociados que han favorecido a ex sindicalistas e importantes dirigentes del gobierno del Frente Amplio. Esto parece que ya es parte del paisaje de la política de gobierno, es algo natural en el horizonte de las privatizaciones, la gran minería, y la liquidación de la pradera uruguaya, como uno de los costos principales de la obtención de un desarrollo capitalista virtual en los gobierno del FA, esto también merece ser cambiado, por otra política.
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