PALABRA DE MINISTRA: CON MI CLIENTELA NO SE METAN
“que la tierra de todos sus frutos
y la dicha en nuestro hogar
el trabajo será el sostén que a todos
de la abundancia hará gozar”
(Fragmento de la Internacional).

La futura Ministra de beneficencia, contralor social y cantera electoral, el MIDES, sale a los medios de prensa para aclarar que no se exigirá ninguna contraprestación a cambio de las transferencias económicas que reciben los beneficiarios de la misma, un tema que ha sido de discusión y polémica en la sociedad, y seguramente lo seguirá siendo en el futuro.
Nosotros en principio no nos oponemos a que se ayude a los más necesitados, sin embargo: ¿Cómo es posible que luego de 10 años de gobiernos progresistas haya tanta gente necesitando ayuda? Precisamente esta es entonces una confirmación del fracaso en cuanto a la propia política de rutas de salida y la confirmación de que nos hallamos frente a toda una política tendiente a mantener una clientela electoral cautiva que antiguamente pertenecía a los partidos tradicionales, sujetas a los mismos por favores y prebendas.
Por nuestra labor social y política conocemos multitud de personas que reciben esos planes, muchas veces encontramos gente muy bien que gustosamente renunciaría a cualquier transferencia monetaria a cambio de un empleo digno, también hemos visto situaciones donde las personas realmente por su situación familiar o social no están en condiciones de trabajar y merecen no sólo esta ayuda sino otra mayor, pero esto no quita que no se puedan y deban exigir ciertas respuestas a la ayuda recibida.
Y esto no es como señala la futura secretaria de estado culpabilizar a nadie , sino al contrario valorizarlo socialmente, no hay nadie que no pueda aportar nada al colectivo social, de hecho muchas veces vemos como del mismo modo que en la parábola bíblica, son los que menos tienen los que más dan, y muchas veces enfrentando diversos obstáculos.
Pero veamos más fondo el tema así más adelante la susodicha se pregunta: «¿A los que tienen más, los que nacieron en una cuna de oro qué contraprestación les estoy pidiendo (…) ¿Los niños que nacieron en situación de exclusión en el 2001, en el 2002, o en el 2003 tienen la culpa? Yo le tengo que decir yo te doy, pero tu cumplime con esto y con lo otro. No, no es ese el criterio y yo lo discuto en cualquier lado, estoy muy convencida. Si no lo otro, es que yo soy buena y estoy por encima y como tú sos pobre salvo mi alma una vez por año y te llevo ropita usada y me siento fantástica porque soy una persona buena. Y tú me tenés que dar las gracias y todo. No, no es así», insistió la futura ministra.”
He aquí el fondo de la cuestión, todos debemos a través de nuestro trabajo y nuestro esfuerzo aportar al colectivo social, compartimos con la señora Arismendi que es muy hipócrita reclamarle una contrapartida a los más humildes, mientras que a los ricos y poderosos no se les exige nada, pero el problema es precisamente ese, si hay pobreza y pobreza extrema, es precisamente porque hay riqueza y riqueza extrema.
De ahí se desprende que para combatir la acumulación de pobreza de unos, hay que combatir la acumulación de riqueza de otros, y esa es precisamente la gran responsabilidad de un gobierno y de las fuerzas políticas que se digan “de izquierda”, y he aquí el abismo que nos separa del progresismo.
Si no hay suficientes fuentes de empleo de calidad, es por una política económica que no ha buscado un desarrollo nacional independiente apuntando a la industrialización del país, en un modelo basado en la reprimarización de nuestra estructura base.
Si sigue habiendo salarios de miseria que desestimulan la formación de una familia es porque no se han tomado medidas tendientes a una redistribución de la renta, a través de una transferencia por vía impositiva y salarial de la riqueza de patrones, latifundistas, el capital extranjero y el complejo agroexportador, hacia la clase trabajadora.
¿Qué contraprestación debe exigírsele a los que nacieron en cuna de oro? Precisamente lo que el gobierno no quiere exigirle, que aporten real y efectivamente al desarrollo nacional conforme a sus posibilidades, que exista un impuesto a la renta real, y no un impuesto al trabajo disfrazado, que se termine el usufructo y el lucro privado de los servicios públicos, que se pongan frenos a la especulación con los artículos de consumo popular, todo eso y mucho más.
La señora Arismendi se opone a que se les suspende la asignación familiar a los que no envían sus hijos a clase según la nota: “se mostró contraria a la suspensión de las asignaciones familiares por inasistencias a clase, medida que fue aplicada en el 2013 cuando el Banco de Previsión Social (BPS) canceló el ingreso a 31.753 beneficiarios. «Si yo además de que no va, todavía les saco la comida y la plata, les digo embrómese para el resto de sus vidas», sentenció”. Ahora bien, ¿acaso la asignación familia no es un apoyo para las familias, a los efectos de que los niños puedan estudiar?, es lógico que si alguien no estudia no reciba la prestación, no es como se dice: “Si yo estoy en una escuela, mi obligación como maestra es ir a buscar a ese niño que falta»., porque la obligación del maestro no es hacer ni el trabajo del psicólogo, ni del trabajador social, ni del limpiador, ni del higienista, ni del nutricionista, su trabajo es el de maestro, y esa es la tarea que debe hacer lo mejor posible, más con el sueldo que percibe el que no llega siquiera a cubrir el de un cuarto de profesional.
En definitiva lo que está haciendo la señora futura Ministra, es defender lo indefendible, con el mismo ahinco con que a continuación defenderá a las ONG, organizaciones que van proliferando a medida que el Estado se retira de las funciones que le corresponde, y se van destruyendo aún más el tejido social como consecuencia del continuismo macroeconómico, y aquí no metemos a todas en la misma bolsa, sino a las que reciben recursos del Estado para hacer tareas que este debería cumplir.
Todas estas palabras están destinadas a proteger y blindar, la política asistencialista que tiene como fin asegurar hasta el fin de los tiempos, los imprescindibles votos Mides, no ha sacar a nadie de la pobreza, sino a atemperar en la medida de las migajas que se repartan la violencia social y la miseria extrema, y a fortalecer una situación objetiva de dependencia que vincule a sectores o muy pauperizados o incluso lumpenizados (y que nadie se ofenda estamos usando una categoría de análisis marxista, al que no le guste vaya a discutir con el Prometeo de Treveris) al partido de gobierno.
Nosotros pensamos en una sociedad donde todos seamos trabajadores, por lo que no habrá ni cuna de oro, ni quienes deban mendigar el pan, eso sólo es posible en una sociedad socialista, y hacia allí vamos, eso son nuestros objetivos, porque como decimos cuando cantamos la Internacional, es el trabajó el sostén que a todos de la abundancia hará gozar, el trabajo no la caridad.
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