NELLY KEIDERLING: EXPULSADA DE VENEZUELA EN 2013
No puede pasar desapercibido para la política nacional y mucho menos para el gobierno uruguayo que la nueva diplomática, ha sido expulsada por parte del gobierno de Maduro por intromisión en los asuntos internos del país Bolivariano

En estos días se ha conocido que en nuestro país, ha presentado sus credenciales la nueva embajadora norteamericana Nelly Keiderling, y ya aceptada por las autoridades del ministerio de relaciones exteriores del país.
En los últimos tiempos la región ha tomado mayor relevancia para la acción diplomática global, pues no puede pasar desapercibido para la política nacional y mucho menos para el gobierno uruguayo que la nueva diplomática, ha sido expulsada hace poco tiempo por parte del gobierno de Maduro por intromisión en los asuntos internos del país Bolivariano.
Que la diplomacia norteamericana se entromete en los asuntos de los países de Estados Unidos, no es nada nuevo, pues lo ha hecho desde la propia génesis de la conformación de la potencia capitalista mundial, a partir de su expansión hacia el oeste, y luego hacia las tierras de Méjico.
Con el exterminio del indio, y la incorporación del esclavo proveniente de Africa, es que también se produjo el milagro de la democracia que hoy impone sus dictados en la política mundial.
Lo que también es nuevo es que nuevamente un gobierno del Frente Amplio no haya tenido en cuenta estos antecedentes inmediatos de la nueva embajadora norteamericana entrante, en nuestro país, lo que también nuevamente indica lo que viene a ratificar, que estamos ante una nueva época en la participación de la política de relaciones exteriores del gobierno uruguayo en la región.
Se ha conocido últimamente que el embajador Oscar M. Ramos en Caracas, ha tenido una estrecha relación con la oposición política de derecha en éste país.
Tampoco es nuevo que la orientación de la política del gobierno uruguayo en estos últimos tiempos ha sido, estelar, si se tiene en cuenta la actuación de Almagro en la OEA y la “comparsa” que lo acompaña desde el nuevo esquema de política exterior uruguayo.
El gobierno uruguayo se ha destacado en esta actividad en los últimos tiempos no sólo con respecto a Venezuela sino en relación a otros países y a los nuevos vínculos extremadamente estrechos con Macri y sus nuevas medidas económicas de amplias privatizaciones y ahora también represión contra el periodismo.
El giro que se ha tomado en la política nacional, cada vez de mayor condescendencia y genuflexión ante los bancos internacionales y a la política exterior norteamericana, que lleva a suponer largamente que ya no tiene vuelta, desde el punto de vista de los crecientes compromisos políticos y financieros que tiene el gobierno del Frente Amplio con los centros de poder internacional.
Lo que es cierto es que el país, en los últimos tiempos, en sus clases dominantes y fiel a las viejas políticas de colonias, el partido de gobierno ha jugado un papel activo en las más altas relaciones con el poder financiero, y soplándole en el oído a todos los que luchan, que los tiempos han cambiado mientras, las políticas de liquidación ideológica y política de la llamada izquierda tradicional, acompasa estas políticas e intenta frenar los ímpetus de los procesos de cambios continentales, antiimperialistas.
En todo este tiempo en éste proceso de continuidad política en el gobierno del FA y de mayoría parlamentaria, el país va virado no precisamente hacia los trabajadores sino hacia compromisos mayores con Washington en toda la línea, por ello es que en estos tiempos no estamos ante la llegada de un simple recambio diplomático.
También es sugestivo que luego de haber participado en la construcción de esta política, el actual senador Mujica le haya soltado la mano a Almagro en la OEA y después a Sendic en ANCAP…
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