RELACIONES BORRASCOSAS

La política desarrollada por el Frente Amplio, en el gobierno en los últimos tiempos, ha sido un trampolín para ocupar las nuevas alianzas hemisféricas para impedir que la lucha de los pueblos en este caso el de Venezuela y la revolución bolivariana.


C__Data_Users_DefApps_AppData_INTERNETEXPLORER_Temp_Saved Images_12239258_690804394352761_6073624396082808859_oDesde que Almagro se ha convertido en el principal exponente de la malograda y nunca bien concebido OEA no ha cesado de preocuparse por la situación que vive Venezuela, plegándose al coro mediático imperial del viejo instrumento de colonias, que ha impuesto tantas desgracias para la vida de América intentando perpetuar el dominio neo colonial y la prepotencia de norteamericana con que se han caracterizado las relaciones con América latina.
El canciller del gobierno del Frente Amplio durante el período de gobierno de Mujica, ha desempeñado una sesgada labor diplomática que provoca a diario nuevas y mayores reacciones en los países de América Latina en relación a los nuevos cuadros diplomáticos que han tenido los últimos gobiernos.

En estos tiempos el perfil técnico de la diplomacia uruguaya, tiene innegablemente su nuevos problemas al tiempo que sus facilidades para imponer las nuevas exigencias de la política financiera en el siglo XXI, donde todos los días nos hablan de renovación de la política y de los nuevos relatos para intentar vanamente embellecer las relaciones económicas y sociales de la dependencia con los centros de poder internacional.
Tal han sido en estos años las políticas “progresistas” que se han aplicado en nuestro país y que se han promovido en las relaciones exteriores de los últimos gobiernos uruguayos, donde primero está la conveniencia circunstancial de los intereses particulares y después en forma general y abstracta aparecen la búsqueda de las necesidades económicas, de los nuevos equipos dirigentes gubernamentales.
En tiempo que se habla tanto de la izquierda o de la democracia, la política desarrollada por el Frente Amplio, en el gobierno en los últimos tiempos, ha sido un trampolín para ocupar las nuevas alianzas hemisféricas para impedir que la lucha de los pueblos en este caso el de Venezuela y la revolución bolivariana, continúen avanzando con los “sabios” consejos desestabilizadores de la OEA y particularmente de Almagro, que no pierde oportunidad para arremeter contra el proceso revolucionario de Venezuela.
Es por demás evidente que en esta zona del mundo donde, la política de injerencia en los procesos políticos hoy tiene nuevos procedimientos que provocan que nuevos procesos se empantanen a partir los dirigentes de las llamadas izquierdas en nuestro país han transformado sus ideas programáticas en mercancías que se exponen en las ferias y foros internacionales para que el capitalismo mundial y especialmente sus agentes las coticen.
No le ha ido tan mal a las políticas de los bancos a la hora de comprar recursos minerales, imponer sus políticas financieras, y cambiarle el rumbo a dirigentes políticos, sindicales, y hasta juveniles en estas últimas décadas. Aunque hay que recordar que ello es parte de las luchas constantes que ha entablado la humanidad en diferentes contextos históricos a la hora de avanzar hacia el socialismo.
Uruguay en los últimos tiempos y particularmente integrantes de los últimos gobiernos han proyectado sus necesidades particulares para hacer política cada vez más distanciados del proyecto popular y artiguista.
Cada vez que se dice una verdad, los dirigentes progresistas tiemblan, pues hace tiempo que la han abandonado, ahora viven de la mentira, y de sus nuevas intenciones, han cambiado de amigos hace un buen tiempo.
Almagro en la OEA, es un buen ejemplo de ello, aunque la lista es más larga.

Deja un comentario

Tendencias