MÁS MOVILIZACIÓN Y ORGANIZACIÓN POPULAR
Los trabajadores se movilizan en forma independiente de sus dirigentes oficiales y fieles a la política de gobierno y ello empieza a abrir un nuevo capítulo en la vida del país, que es el ampliar la resistencia social a una política que en los últimos tiempos ha liquidado el patrimonio nacional e hipoteca la soberanía.
En los últimos tiempos hay muchas personas de nuestro país que se preguntan cómo es posible, que una política de gobierno como la actual tenga una expresión tan negativa y falaz contra los trabajadores y en general contra la vida del país, mientras el gobierno procura por todos los medios sustentar, lo mismo que viene desplegando e imponiendo por vía financiera.
Desde nuestras páginas hemos sostenido siempre que la actual política económica no conduce a ningún buen fin a los efectos de desarrollar el país bajo la orientación de otro rumbo económico que favorezca a las grandes mayorías de trabajadores y desocupados nacionales, empobrecidos por el reciente ajuste fiscal, y por el mandato de los bancos internacionales.
En estos días se extiende en el país un enorme descontento en las clases populares resultado de enormes efectos negativos que produce la política de rebaja salarial, de crecimiento de la inflación y de la obsesión que tiene el ministerio de Economía del gobierno nacional de mantener la política de pago de los intereses de la deuda, con más endeudamiento, e intentando mantener a toda costa el “grado inversor”. Este es sin duda el objetivo que deja sin amparo a los trabajadores pobres que van creciendo con el proceso de obtención de mayores beneficios económicos por parte de reducidos grupos sociales.
Al reducirse las exportaciones, y la actividad industrial del país, los augurios de desarrollo económico se han ausentado dentro del equipo gobernante, generando nuevas incertidumbres a la política de búsqueda de consenso social para sostener la política de dirección de los intereses bancarios y financieros.
El ajuste que propone el gobierno de todo el presupuesto público, deja sin argumentos a buena parte de los políticos del gobierno que tienen que ahora sostener lo que el Dr. Vázquez había prometido en materia presupuestal hace no mucho tiempo. Ello crea una sensibilidad muy alta con áreas que se verán afectadas y que habían sido prometidas en forma inmediata. La promesa que el gobierno no tocaría las áreas sociales no ha sido cumplida por la política económica y ahora expresada en el nuevo ajuste de cuentas.
También está claro que estamos ante una táctica de ir descubriendo en materia financiera con el país en forma escalonada y constante, o sencillamente lo otro que se induce a pensar es que Economía se ha “equivocado”, en forma sucesiva, lo que resulta por demás impropio de un economista grado cinco y de un equipo que tiene la marca del orillo de las orientaciones mayores de Harvard.
El ministro de economía juega al solitario con las relaciones financieras y va destapando sus cartas, un día con el ajuste impositivo con el IRPF y otro día, con los precios, otro día ajusta el dólar y otro día se ocupa de la intervención financiera de ANCAP, lo que no se puede negar es que tiene trabajo, y una misión casi imposible, que es navegar con esta política económica manteniendo el consenso social.
Los trabajadores se movilizan en forma independiente de sus dirigentes oficiales y fieles a la política de gobierno y ello empieza a abrir un nuevo capítulo en la vida del país, que es el ampliar la resistencia social a una política que en los últimos tiempos ha liquidado el patrimonio nacional e hipoteca la soberanía.
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