PARA BERGARA EL RIESGO INVERSOR Y LA MUJER EN EL MATRIMONIO UN MAL NECESARIO
En nuestro país todos los días vemos como la mujer, el “mal necesario” del que habla el jefe del Banco Central, sufren los consecuencias de la discriminación y la violencia, que es un efecto de las “maravillas” que está aplicando en economía su gobierno

La semana que pasó Mario Bergara actual presidente del Banco Central, estuvo en Santa Cruz, en el marcos de una relación institucional, entre los dos países, auspiciada por el FonPlata que es un grupo financiero destinado a la inversión en los países pertenecientes a la Cuenca del Plata.
Siempre en este tipo de intercambios económicos, se tratan los temas referentes a la relación que involucra a los países y también los temas financieros que son por cierto muy vastos. Aunque también es cierto que a veces los temas aparecen por la ventana chica, o por “equivocaciones” que suelen cometer los dirigentes políticos y de las finanzas, que no hacen otra cosa que expresar sus ideas en forma tan brutal que evidencia la ausencia de tolerancia, y de compresión de los grandes temas de una época.
No es un invento que el grado inversor es un mecanismo perverso que tienen las llamadas calificadoras de riesgo, y es probable, que los encargados de la economía en Uruguay, tengan muchas noches sin dormir, por lo que significa algún puntito de las llamadas calificadoras de riesgo. También es probable que alcanzar una calificable aceptación por parte de estos verdaderos buitres de las finanzas internacionales, sea una de las principales preocupaciones del equipo económico en tiempos de crisis. El gran tema es que de ello depende la promoción de la inversión que necesita el gobierno para sostener una política económica, de privatizaciones y de predominio absoluto del capital extranjero.
Pero lo que ha resultado por demás novedoso, ahora le dicen “inteligente”, es la comparación que hizo Bergara en Santa Cruz, comparando al riesgo inversor con la mujer en el matrimonio, como un mal necesario.
Si no lo hubiéramos visto por un informativo nacional no lo hubiésemos creído. Aunque también mientras escribimos estas líneas nos enteramos de una comunicación del responsable del Banco Central, que pedía disculpas a las mujeres sobre sus dichos. Sin embargo, lo que ha sugerido uno de los nuevos hombres fuertes de la política económica, tiene connotaciones por demás sensibles en la vida social, y en toda la vida política nacional, pues con sus declaraciones sobre el papel de la mujer en el matrimonio, está dando por tierra, todo el discurso y la política del Frente Amplio en el gobierno. Quizá si hubiera dicho que el matrimonio era un mal necesario, las consecuencias no hubieran sido tan graves, pero cuando afirma que la mujer es “un mal necesario”, en el contrato social más extendido que regula la sociedad uruguaya, sin dudas que el Presidente del Banco Central se mete en un problema no estrictamente financiero, que por otra parte expresa un tema de género no resuelto ni en la sociedad uruguaya ni en la cabeza de Bergara.
No le vamos a recomendar a Bergara que lea los aportes de Marx y Engels, o incluso a muchas feministas que los antecedían desde otras clases a los pensadores socialistas, y que luchan con sus razones hasta nuestros días, pero por lo menos, que lea a Mafalda, pues es más sencillo brillante y no le provocaran tanto escozor en la piel.
La nueva categoría en que ha puesto a la mujer como “mal necesario”, sin dudas que puede tener derivaciones insospechadas sobre todo en la propia sociedad liberal que ha traído algunas reivindicaciones que hoy el “mal necesario” que dice Bergara cada día tiene problemas de todo tipo, salariales, de trabajo, dentro y fuera del matrimonio.
La gran mayoría por la explotación que padece y también por la discriminación que sufre.
Pero si alguien tiene una duda,he aquí, “un neoliberal”, queriéndose hacer el chistoso, pero lo que es claro, que hizo llorar a la platea. Sobre todo cuando en nuestro país todos los días vemos como la mujer, el “mal necesario” del que habla el jefe del Banco Central, sufren los consecuencias de la discriminación y la violencia, que es un efecto de las “maravillas” que está aplicando en economía su gobierno.
Lo que no sabemos, es si esta nueva categoría que aparentemente se le escapó a Bergara, es parte de la nueva doctrina del FMI, del Banco Mundial, del BID y sus adyacencias.
Ahora la mujer para uno de los jefes de la política económica será, un “mal necesario”, un disparate pero cierto. Aunque todavía no hemos escuchado que ninguna organización social afiliada al gobierno, diga algo o por lo menos, de un grito de indignación.
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