SOLO VENDER HUMO ES PARTE DE LA POLÍTICA OFICIAL
Por el momento el gobierno uruguayo sigue prometiendo, pero pocas cosas se concretan, y el panorama se torna más difícil ante la nueva situación de enfrentar la segunda versión del presupuesto
En los últimos tiempos, el gobierno nacional ha buscado de las más diversas maneras nuevos negocios en toda la política oficial, que han estado signados por megaproyectos para intentar entrar definitivamente en el mundo mágico del desarrollo económico, del capitalismo desarrollado. El costo ha sido el crecimiento del endeudamiento externo, las privatizaciones apoderándose de los centros claves de la economía y el modelo financiero, ha sido la clave para los gobernantes uruguayos para el desarrollo de su política en estos días.
Sin embargo, fuera de las intenciones de la política macroeconómica en curso no puede existir nada según las recientes afirmaciones de Astori, que ha dictado una fulminante sentencia, a favor de las políticas de libre inversión de privatizaciones y de venta de la tierra a capitales extranjeros.
En estos días de comienzo del año, el Poder Ejecutivo, ha continuado con su política de relacionamiento internacional de lograr intercambios mayores con las nuevas realidades emergentes en Asia y ahora en Europa. El esquema por el momento es el mismo, pues en nuestro país el segundo gobierno del Dr. Vázquez, ha intentado consolidar una política preferencial con las empresas de pasta de celulosa de origen finlandés, que desde que llegó al gobierno el Frente Amplio ha optado no sin sobresaltos convertirnos en un productor de celulosa imponiéndole a nuestro país una nueva matriz productiva que tienen como base de operaciones las zonas francas, verdaderos emporios que cuentan con exoneraciones fiscales, los capitales en este caso de las empresas de pasta de celulosa.
Por ello es que se puede, afirmar que el gobierno en estos días sigue en forma ortodoxa apostando a la libre inversión extranjera como el factor principal para la política de gobierno nacional.
Es evidente que la salida del país a la búsqueda, de nuevas inversiones que amplíen aún más la política de instalación de nuevos complejos de celulosa, y desarrollar la infraestructura necesaria para ello, por más que todo aparezca muy prometedor, nada aun se ha concretado efectivamente, por más que el gobierno nacional explique en estos días que las negociaciones son lentas y complejas.
Lo cierto es que con la reciente experiencia del supuesto TLC que se había encaminado con China, en estos días hemos comprobado que ello no es así, y que el TLC con China no es más que una cuestión de deseo del gobierno nacional, que no ha dejado de ser un viaje hacia el Lejano Oriente por parte del gobierno nacional.
También es cierto que en nuestro país el gobierno necesita en el marco de una fuerte caída de la producción y crecimiento de la desocupación, activar fuertes inversiones extranjeras que supuestamente proporcionen “aire” a la economía nacional abatida por una creciente depresión económica.
Varias han sido las situaciones, en que en estos días los cierres progresivos de instalaciones industriales lo que hace que la situación laboral se torne más grave en el país. Juan Lacaze y Dolores, muestran que el cierre de fábricas sigue siendo la dura realidad instalada en el país resultado de la actual política económica del gobierno nacional.
Por el momento el gobierno uruguayo sigue prometiendo, pero pocas cosas se concretan, y el panorama se torna más difícil ante la nueva situación de enfrentar la segunda versión del presupuesto.
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