SIGUE LA SUBIDA DE PRECIOS
Si en algo se ha diferenciado el cuadro de la economía y la política nacional ha sido en que el gobierno ha sido responsable de autorizar una mega suba de combustibles, y ha autorizado nuevamente la represión contra militantes sociales defensores de los derechos humanos.
Luego de la suba de un 9.7%, en el combustible, ello ha seguido impactando en distintas áreas de la economía, y particularmente en las condiciones de vida de trabajadores, jóvenes y jubilados.
Las señales sociales y políticas oficiales de cada vez mayor complacencia con el capital financiero se hace cada vez más evidente que desde los sindicatos más importantes del sindicalismo oficial, y también desde el gobierno que ha cerrado filas a través de su política.
Pero conviene detenerse en algunos conceptos expresados por sindicalistas que hoy ven en nuestro país un factor de desarrollo en el capital, cosa que desde nuestro punto de vista es enteramente falso y que además la izquierda ha discutido largamente en otras épocas volviendo hoy a posiciones populistas, o que poco tienen que ver con el desarrollo social y el socialismo.
Lo que deberían ubicar estos dirigentes sociales que están tan contentos con las patronales, y ven tan necesario el desarrollo del capital; es que piensan sobre el sector financiero que sigue dominando las políticas de construcción en el país, sobretodo orientada a la construcción de lujo, o destinada a la especulación inmobiliaria, y donde ello afecta directamente a la clase obrera, y especialmente a los trabajadores de la construcción que una gran parte de ellos viven en casillas o viviendas de costaneros en los asentamientos del país.
En estos días en el Uruguay de la pradera oligárquica y con los frigoríficos en manos mayoritariamente de grandes compañías provenientes de Brasil, están importando carne, desde es Brasil para sostener la demanda de los grandes supermercados en nuestro país por que los productores del Campo principalmente de la ARU quieren un precio mayor, grandes amigos del gobierno del FA, y especialmente del Presidente de la República. Los únicos que pagan en esta situación son los trabajadores, los jubilados que ya no ven la carne ni en fotos.
Hace tiempo ya que para los nuevos sindicalistas de la vieja central, el capital no es un problema, pues han ido encontrando en todo este proceso de aggiornamiento un crecimiento muy saludable para sus bolsillos y también para sus estómagos, cosa que no es así para los trabajadores en los andamios y en otras áreas productivas nacionales.
Hace mucho tiempo que lo único que desarrolla el capital es la guerra, más en la época del imperialismo en que estamos, ha sometido a los trabajadores en todas partes del mundo a una mayor explotación del trabajo, y con el control de los bancos, han sometido a otras clases de la población a su política económica como es el caso en nuestro país de las plantas de celulosa o la forestación indiscriminada, o los cultivos de soja transgénica. Pérdida de salario y soberanía van juntos, de parte de las políticas del capital financiero a las que se han acoplado en los últimos años también los gobiernos de Vázquez y Mújica. Y si ven alguien que no los lleva, es radical o de la Asamblea Popular, igual que hace unas décadas atrás que la culpa era al principio de Artigas que terminó en el Paraguay, después de los anarquistas, luego de los comunistas, después de los tupamaros…
En fin, ahora están en el gobierno, procesando gente con justicia “independiente”, al decir, de todo el gobierno nacional, para después todos juntitos para la próxima elección, votar nuevamente al Dr.Vázquez. otro plato de sopa para los pobres, sin verduras ni carne, hay que movilizarse enfrentando esta política.
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